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PARA VIAJAR SIN PÉRDIDA:

"Las cosas que agitan el alma, no tienen explicación racional, pero son más necesarias incluso que las que agitan el cuerpo.
Tú sigue haciendo fotos y aunque haya días que no le encuentres explicación, también habrá días que cuestiones el universo, y mira lo grande que es, y lo necesario. Tú haz fotos"

jueves, 28 de enero de 2016

Dolores






Apenas se necesitan dos alas.

Hay quienes sueñan y te invitan a soñar. Entrar en un mundo más allá de lo tangible, en el  que apenas se necesitan dos alas que te liberen de la cotidianidad para echar a volar.


martes, 26 de enero de 2016

Adonina




Llegar a Besullo ahora significa un reencuentro.

Volver a tropezar con personas que con el paso del tiempo se establece un lazo especial. Yo no era más que una forastera, que con la cámara en la mano danzaba de un lado a otro disfrutando de conocer. De conocerles.

Una forastera a la que Adonina pronto le abrió las puertas. Su familia me introdujo en la fragua, y de seguido pude escuchar el canto de una gaita desde una terraza espectacular. En solo unos minutos aquél rincón dejó su marca.

Y no lo olvidé… porque en cada visita Adonina y su familia hacían que la forastera, con un simple saludo, se sintiese parte del lugar. Una sonrisa amable que te hacía participe.

La lastima es haber pisado Asturias y que el reencuentro no tuviese lugar.

Más lastima aún, es saber que lo pisaré acumulando recuerdos.

Pero lo verdaderamente importante es el momento, el momento de encontrase o de haberse encontrado.

viernes, 1 de enero de 2016

Manunca





En mis últimos viajes a Besullo, tuve la suerte de conocer a Manunca, que vivía en casa de Carmina. Te despertabas, bajabas… y por ahí estaba él, con una de esas sonrisas que ponen la mejor sintonía a la mañana. Carmina y él hacían el dueto perfecto.

Una mirada limpia y amable, llena de nostalgia.

Es una lástima haber conocido a gente a la que tan pronto se le dice adiós. Pero es un gusto que hayan formado parte.

Un trozo de ellos se quedan conmigo. Pero sobre todo en Besullo.


Son parte histórica de un lugar.

domingo, 27 de diciembre de 2015

Él





Aún no conseguí una mejor manera de retratarle que su camisa y su libreta. Será por eso de que las profesiones van ligadas a uno.

Él, que movió los primeros hilos de una marioneta.

Feliz día...

https://www.youtube.com/watch?v=T5emcbg_wZk

jueves, 3 de diciembre de 2015

Si yo pudiera morder la tierra toda...






Sentir como quien mira. Pensar como quien anda,
y cuando se ha de morir,
Recordar que el día muere y que el poniente
es bello y es bella la noche que queda.







Así es y así sea.




lunes, 30 de noviembre de 2015

Invisibles. Juan Diego Botto.



El privilegio de ser perro

" Que por cierto ahora que digo lo del perro me estoy acordando de una anécdota que viví en Nueva York hace un tiempo. Yo salía de trabajar. Entonces trabajaba pelando cebollas y patatas en el sótano de una pizzería. No se pueden imaginar lo que era el olor de aquel sitio ni el dolor de ojos con el que llegaba a casa. En fin, salía de trabajar y fui a Central Park a tirarme un rato. Era verano serían las seis de la tarde. Había bastante gente. Yo estaba en ese sitio que llaman el Medow que traducido sería el prado o la pradera. Una extensión de césped muy grande donde la gente va a tomar sol, a jugar a la pelota, lo que sea. El caso es que había un vagabundo, un homeless que paseaba con su perro. El tipo estaba hecho mierda y su mascota también. Hablaba solo y a gritos mientras fumaba un cigarrillo. En un momento no se le ocurre nada mejor que apagar su colilla en el lomo del perro que curiosamente o tristemente, no sé, aullaba y se quejaba pero no se movía de su lado. Quiero decir que de algún modo lo aguantaba estoicamente. Se ve que no era la primera vez. Un joven con aspecto de futbolista americano se levantó y empezó a insultar e increpar al vagabundo. “Eres un hijoputa, no tienes corazón, deberían encerrarte en la cárcel y que te apagaran cigarrillos encendidos todo el día” etcétera, mucho etcétera. Después, otro con pinta de broker o abogado, uno de estos que llevan traje, maletín y zapatillas que son súper-cool y dan la impresión de ir al gimnasio todos los días. Después, una señora con pinta de hippie, y después otro y otro. En fin al final había como seis o siete personas increpando al homeless. La cosa se empezó a poner fea. El vagabundo cada vez gritaba más, todo el prado estaba mirando y entonces el futbolista americano le soltó un golpe tremendo en la cara. Casi lo tumba. Pero el imbécil del vagabundo se mantuvo en pie, no sé por qué, seguramente por algún extraño orgullo de indigente herido. El futbolista le encajó otro golpe y ahora sí lo tumbó. Una vez en el suelo el abogado, la mujer hippie, el futbolista y todos los demás empezaron a patear al homeless con una rabia y una saña que parecía que les acabaran de asesinar a la madre. El perro ladraba alrededor de ellos. Cuando se cansaron de patear se fueron dispersando cada uno por su lado, con pequeñas muestras de hastio e indignación en los rostros como si sugirieran: “Las cosas que nos obligan a hacer…”. El vagabundo se quedó en el suelo escupiendo sangre y retorcido de dolor mientras su fiel amigo le lamía las heridas. Lo espeluznante es que nadie hizo nada. Incluido yo. Quiero decir, un tipo apaga una colilla en un perro y seis personas deciden que debe ser castigado y sin embargo seis personas apalizan a un ser humano casi hasta la muerte y nadie se levanta para defenderlo. Ese día volví a casa muerto de miedo. En serio, me hubiera gustado ser perro, para que no se notara que era una persona con un delito inocente en la mochila."

sábado, 21 de noviembre de 2015

Montero: La muerte de la poesia

Salí del Circulo de Bellas Artes creyendo que el mundo era pura poesía, pero no, no era así... 
me di cuenta al doblar la esquina. Hacia sólo dos horas que Luis García Montero 
la había matado y yo apenas parecía que me hubiese enterado! Ilusa de mí.


Noté que faltabas aquí, tú, Joaquín Sabina... 

Lo siento, 

Rosa Torres Pardo pero te he superado junto a Luis.


Qué regalo







sábado, 7 de noviembre de 2015

Marina. Oporto 2015







"El viaje es importante para el fotógrafo, para el turista, para el escritor, para todos. Para mí lo es por la necesidad de conocer y sorprenderme. Otra vez, la cámara es el pretexto para conocer. Pero el conocimiento es doble: cuando viajas descubres cosas en el exterior y también dentro de ti, de tu soledad. 
Para mi el viaje significa mucha soledad aunque esté en contacto con la gente. Me remite a una soledad que, a su vez, permite la reflexión. 

Cuando viajas estas expuesto... a no sabes qué.
Tenga o no la cámara el ojo está encuadrando, es una deformación profesional."

Alberto García-Alix. Conversaciones con fotógrafos.